Consumidora compulsiva, gastaba fortunas en ropas, y cualquier prenda que usaba iba directamente para la lista de los más comprados por las mujeres americanas. Jackie Kennedy se convirtió en el referente nacional e internacional más importante de su época.


Jacqueline pertenecía a una familia de clase media-alta que desde bien pequeña la inculcó las maneras, vestimenta y etiqueta de la alta sociedad neoyorkina. Su formalidad a la hora de vestir y su gracia juvenil llevaron a la Casa Blanca a una era de glamour y gran estilo que inspiró a grandes diseñadores y miles de mujeres a lo largo del tiempo. Desde entonces se ha convertido en un icono de moda y referente para la mujer actual.

Jackie Kennedy no sólo acompañaba a su marido en sus viajes. Su conocimiento de varios idiomas, el francés y español entre ellos, y su habilidad para las relaciones personales la convertían en la aliada perfecta de JFK, que fue experto manejando a los medios y creando una imagen de su presidencia, con ayuda de su mujer, muy atractiva para el público de medio mundo.
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