Esther Williams, la sirena de Hollywood

Williams (1921-2013), conocida como "la sirena de Hollywood" protagonizó clásicos como Escuela de sirenas (1944), Ziegfeld Follies (1945), La hija de Neptuno (1949) o Take Me Out to the Ball Game (1949) fue una de las grandes estrellas de los estudios MGM y de los ballets acuáticos cinematográficos de las décadas de 1940 y 1950.

Esther no había planeado ser una estrella de cine pero sentía una gran pasión por la natación y se convirtió en una campeona de este deporte a los 16 años, batiendo varias marcas nacionales y hasta fue seleccionada para participar en los Juegos Olímpicos de 1940 aunque finalmente se cancelaron debido al comienzo de la guerra. 



Trabajaba como ayudante de tienda para pagar los gastos de matrícula de la licenciatura de Educación Física cuando fue descubierta por un cazatalentos que la contrató para actuar en el espectáculo acuático "Aquacade" de pareja del nadador y compatriota Johny Weissmuller (más conocido como Tarzán).

Su actuación en el show "Aquacade" la vio otro cazatalentos de la MGM y la contrató rápidamente para el estudio de cine en 1941. Una de las cláusulas de su contrato era que debía dejarse ver nadar en la pscina del exclusivo hotel Beverly Hills todos los días. En una época en la que Gene Kelly bailaba y Judy Garland cantaba, Hollywood buscaba una nueva estrella capaz de conjugar esas cualidades desde una óptica diferente. Después de nueve meses de clases de actuación, canto y baile, Esther estaba lista para protagonizar películas -a menudo con escenas acuáticas para que pudiera lucir sus impresionantes habilidades acuáticas. 







A lo largo de su carrera apareció en títulos junto a iconos como Gene Kelly, Frank Sinatra, Red Skelton, Ricardo Montalbán y Howard Keel. Durante la década de los 40 muchos de sus trabajos se contaron por éxitos en taquilla y decidió poner fin a su carrera en la década de 1960 cuando todavía disfrutaba de la fama, especialmente tras la gran popularidad de unos programas de televisión.





Reconvertida en empresaria, se dedicó a la venta de piscinas y prestó su nombre a una línea de bañadores para mujeres (todavía en activo), de estilo retro, fundada en 1988. Los trajes de baño retro tuvieron un enorme éxito porque estaban diseñados para lucir una figura halagadora a la vez que resultaban muy cómodos a la hora de nadar.



Participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984) como comentarista. De hecho, Williams fue uno de los principales valedores para conseguir que la natación sincronizada fuese incluida oficialmente como deporte olímpico ese año.